mayo 30, 2012
mayo 21, 2012
mayo 06, 2012
Santa Cruz Yagabila, Santa Cruz de un árbol cantando.
Doce años después de que renovamos el siglo tuvimos la oportunidad de estar aquí. ¿Cómo está que pudo ser en el suponiendo de que habiendo sido un día fue?
Jaguares en el río pasada la lluvia, venados que los perros aporreanhasta el pueblo, marthas amigables que en la cancha se asoman,
colibrí, codorniz, carpintero, quetzal y gorrión,
ruido del aire cuando atraviesa las ventanas en pro de la conversación de un idioma propio.
Doce días son los que fueron de la Sierra Norte en nuestro encuentro.
Cinco horas de camión: Tepanzacoalco, Yaneri, Zoogochí, Yagabila, Teotlasco.
Montaña abajo: cafetales, platanales, mangos, mameys y naranjas; motañas de frente, tres cruces y Amelina; tres perros y la señora que carga leña en su mecapal; el río, un puente y cambio de clima.
Camino pesado, tan pesado que en la sombra de cualquier árbol nos ibamos descansando, hombres trabajando para mejorar el camino, piedras picando.
Buscamos la armonía, por eso llegaron las sonrisas, sonrisas que en ocasiones descansan pero no se acaban.
Sonido en el campanario: tambor y chirimía, justo los mismos que cuando lo encontraron, el árbol emitía. En el explorar fuimos descubriendo fragmentos de su historia. El árbol cantó y por eso, dicen, lo convirtieron en cruz. Decían también que su último cantó fue por allá de 1521 (año en que comenzó la época de conquista). "Conquista" como la danza que preparaban para la próxima fiesta, alegría del pueblo. Fiesta que data del primer título proclamado en esta comunidad por los conquistadores españoles. Santísimo Señor de Otatitlán Cruz de Yagabila, en su nombre implícita la mezcla de tres culturas, una impuesta por la veneración a ídolos representados por curas europeos y por el otro una fusión de dos culturas con la misma: relación y conciencia de que somos naturaleza.
LLuvia en el pueblo de un árbol cantando.
Refugio del agua,
nubes densas,
gases fèrtiles,
que suben y bajan,
río lodoso,
camino peligroso,
sombrero entrando,
explorando nuestros labios,
cuestionando a la posibilidad de explorar,
invitando al muchacho para pintar,
nubes remolinas,
montaña visible,
limpia y verde,
bella y fuerte,
platanales altos,
mameys constantes,
cafetales floreados,
agua alimentando,
roja la tierra,
adobe en las casa,
cárcel pequeña,
de tan solo dos rejas,
esperamos la leña,
y que llegue la hora correcta,
sentados en la silla,
alimento sobre la mesa.
.ScarlettMizraim
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